20 abril, 2025

Si tú no resucitas, vana es la Resurrección de Jesús

 Las escandalosas incoherencias del "clericalismo católico" hunden la Iglesia

 

Este Domingo de Resurrección todo son felicitaciones: ¡Feliz, feliz, feliz… Ha resucitado!

Y se intercambian estampas, aleluyas, colores y pinturas famosas. Todo eso está muy bien después de tanta sangre, lutos y exaltación de dolores.

Pero sirve de muy poco o nada si tú no has resucitado.

Para nada sirve tu "creencia errónea" de que te han perdonado los pecados por su sangre, de que se han abierto las puertas del cielo, de que el pecado original ha sido revertido, de que el Padre ya está contento con nosotros y nos ha devuelto su amistad por la expiación de la Cruz.

Todo eso, perdonadme el atrevimiento, son "doctrinas erróneas, incluso blasfemas".

El Padre que me habita y me habla JAMÁS nos retiro su amistad, por mucho que se lea en el Génesis o se repita en el "esperpento litúrgico de la Misa"

Ese "dios de quita y pon" es absolutamente falso. Como lo es el "dios bebedor de sangre" para emborracharse y olvidar su ira.

Todo eso no son más que ídolos primitivos de la religión primitiva de los judíos de antaño. Los primeros seguidores de Jesús eran judíos y nos trasladaron una interpretación de la Cruz acorde con su ideología y sus costumbres: Obsesión por el PECADO, necesidad de la EXPIACIÓN, para conseguir el PERDÓN.


Es imperdonable e irracional que nos sigan exigiendo que creamos (incoherente "fe de paja") y oremos con ese esquema por sometimiento a una Jerarquía desnortada. Para mandarles a hacer puñetas y encajes, que tanto les gustan, como ya están haciendo una mayoría de gente de nuestro mundo actual.

¿Y por qué conservan aquel esquema errado? Por MIEDO a perder la esencia de la tradición, por DESCONFIANZA en el Espíritu y por la LIMITACIÓN humana de aquéllos y éstos, sumada a la EXALTACIÓN de los primeros doctores y jerarcas (en especial tras Constantino).


Todo ello nos ha llevado a la canonización de otro ídolo: El Libro, que confina a Dios en una estática "obra humana" de un tiempo y un espacio.

Para asegurar su encierro y mantenerle prisionero, lo consagran como eterna "palabra de Dios".

De esta forma levantan, con descomunal prepotencia e irracionalidad, la "bibliolatría". Y, con ella, oscurecen o borran la LUZ renovadora de Jesús.

¡Padre mío, cómo hemos podido convertir la Iglesia, nacida de la LUZ, en un semillero de idólatras y ateos!

Los primeros por seguir a pies juntillas la oscuridad de la prepotente incoherencia clerical, sin querer "ver" y "oír" a Jesús resucitado. Los segundos por huir de esa misma incoherencia y no dejarse someter por necias doctrinas inamovibles.

¿Pueblo mío, cuándo saldrás de las algarrobas de los cerdos, que no ven ni oyen más allá de su hocico, y volverás a la casa del Padre que te habita, alimenta e ilumina?

¿Pero dónde hemos dejado al Espíritu que te habita y habla en el silencio? ¿Dónde los "signos de los tiempo"? ¿Dónde el "progreso de la inteligencia humana" y la suma de avances, inspiraciones, interpretaciones y voces de tantos y tantos "profetas del cristianismo"?

Los ha silenciado la PREPOTENCIA de unos jerarcas que utilizaron las mismas armas que los enemigos de antaño. "A unos los echaron, a otros los apalearon, a otros los mataron, y finalmente mataron al heredero".

Lo cuenta el mismo Jesús en la "parábola de los viñadores homicidas" (Mc 12,1; Mt 21,33; Lc 20,9). La historia se repite, cuando nos empeñamos en no ver y conservar aberraciones primitivas.

La terrible imagen adjunta de "El hijo de la vid" -Le fils de la vigne-, obra de James Tissot, que se conserva en el Museo Brooklyn, ilustra el pasaje en que los viñadores asesinan al hijo del propietario de la viña y dejan su cuerpo insepulto fuera de la finca.

¿Cuántos "profetas cristianos" han sido desterrados o asesinados fuera de la viña por la prepotencia e injusticia de unos jerarcas católicos, indignos del nombre de cristianos? Merece la pena meditar y no olvidar.

El Creador del mundo, el Padre de Jesús, lo tiene TODO perdonado y concedido desde la eternidad. Es su inmutable esencia. ¡Qué insensato empeño en presentarle como un títere cambiante!

Lo que falta es nuestra colaboración, nuestra adhesión, nuestro seguimiento activo y real de la "LUZ de Jesús", para administrar el mundo que se nos ha confiado.

Jesús no vino a "pagar nada", ni a "perdonar nada", "ni a abrir ninguna puerta del cielo"... Esos son engaños clericales e irracionales que desacreditan y contradicen nuestro Cristianismo. ¡Perdonad mi humilde e inútil reiteración!

Qué vergüenza he sentido esta semana santa oyendo proclamar con toda solemnidad, por ejemplo, lo de la "feliz culpa" o lo de "por salvar al esclavo, entregaste al Hijo"... Y la gente se lo traga, como yo antaño, con el cebo de una preciosa música y abundante incienso.

Vino a derramar una inmensa LUZ en el Camino de Humanización de los que nos creemos humanos... Lo dice Juan en el prólogo de su Evangelio. Lo dice el mismo Jesús: "Cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por sí mismo, sino que hablará todo lo que oiga y os hará saber las cosas que han de venir" (Jn 16,13). Pero nosotros, con nuestros "doctores", siempre mirando hacia atrás.

Para nada, absolutamente para nada, te sirve la Resurrección, ni la "semana sanguinolenta", ni las "imágenes sobrevaloradas", ni las "creencias milagrosas", ni siquiera el "bautismo", si no te comprometes, vives y sientes la LUZ de Jesús en tu interior. Si no reconoces que es la vivencia y el compromiso interior con los valores del Crucificado, lo que de verdad te hace cristiano.

¿Has descubierto la PABA dentro de ti? Pues esa es la síntesis: Paz, Amor, Bondad y Ayuda (empezando por ti mismo). Quizás estás convencido. ¿Pero lo riegas? No con agua bendita, ni con una "religión pasiva" que solo da instrucciones a Dios y le delega tus responsabilidades.


Esos valores, esa humanización, solo pueden regarse por inmersión, como los nenúfares. Para eso tienes que meterte en tu interior y dejarte VIVIR (¡qué verbo por favor!), sentir, admirar esa huella que el Creador te regaló y tienes oculta en ti mismo: su "imagen y semejanza"

Ese es el "reino de Dios" de que nos habló el Señor, que solo se contagia por ósmosis, por desbordamiento de tu interior, para llegar a pocos o muchos. Todo lo demás es purpurina, palabrería, creencia vana, manipulación o sometimiento.

¡Bendito el día y hora en que oí a Teresa de Jesús hablar de sus dificultades para sumergirse! Y qué regalo su "determinada determinación" de hacer oración todos los días, hasta conseguir bañarse e impregnarse en esa esencia que portamos dentro.

Te bastará empezar a bañarte cinco o diez minutos diarios en tu silencio interior. Puedes usar música si te ayuda a zambullirte.

Poco a poco irás disfrutando del baño y te olvidarás del reloj. (¿No lo haces con el cuerpo que se comerán los gusanos? ¿Y qué pasa con el espíritu eterno que portas?). Luego vendrá el "manso rebosar" para que tu vida interior llegue a otros.

Esa es la auténtica resurrección, la vida del Resucitado dentro de ti. Ese es el mismo dinamismo del Creador: "Vivir y rebosar". Decía San Ireneo "La gloria de Dios es que el hombre viva". Pero el Espíritu es hoy más explícito: "La gloria de Dios es entregarse".

De ahí nace la Creación entera. De ahí te llega el "dinamismo de crecimiento y entrega" con que naciste. Por desgracia, muchos lo entierran y sobreviven como zombis.

¿Y que estamos haciendo, Dios mío, al considerarte "adicto a la sangre, dolor y lagrimas" como precio a tu perdón? ¿A dónde llega nuestra locura, incoherencia, inconsciencia y sometimiento a "guías ciegos e insensatos"?


Me dices que cumples todas las prescripciones y ritos de los guías. ¿Y con todo ello no anestesias tu conciencia?

"Rema mar adentro" (Lc 5,4) y ACEPTA sencillamente la "entrega de Quien te habita", te habla, te resucita y te llama a una humanización real y nueva. La de la LUZ de Jesús.



Estos son mis Libros Digitales. Puedes pedirlos a jairoagua@gmail.com 

Los recibirás en tu correo-e gratuitamente.






12 abril, 2025

¡Blasfemos adoradores de un "dios canalla"!

 

¿Qué estáis haciendo obispos y clérigos de cualquier graduación? 

¿Cómo habéis podido apostatar del Abba de Jesús y entronizar a un falso "dios canalla", ávido de sangre y venganza?

En más de dos mil años no habéis avanzado nada y os habéis encumbrado sobre vuestras propias contradicciones y aberraciones.

Portáis al cuello enormes ruedas de molino por confundir al Pueblo de Dios, y ni os inmutáis. 

¡Cristianos de verdad, seguidores de Jesús, liberaos de la opresión y el sometimiento a "guías apóstatas"! Esos que durante siglos han instaurado con prepotencia el error y la oscuridad de la que Jesús nos quiso librar. Esos que nos obligan a seguirlos bajo amenazas eternas… 

Por favor, atreveos a pensar, no repitáis los disparates de los primeros escritores, todos judíos, todos humanos, todos falibles, de los que NO hemos sabido ni querido despegarnos. 

Los que debían enseñarnos a bucear en el interior "reino de Dios", que el Señor nos reveló, han preferido la idolatría de consagrar como "palabreros divinos" a hombres limitados. Es más fácil someter con amenazas, como Moisés, que enseñar a ver, oír y buscar. ¿Entonces para qué vino Jesús?

Nos hemos negado a pensar, a ejercer la libertad, a dejarnos impregnar de la vida de Jesús. 

Por contrario, nos hemos sometido a un Clericalismo rancio y erróneo en el que nos han encerrado con prepotencia en interpretación torticera de "palabras humanas", llamadas divinas.

"Una Iglesia cerrada y clerical es un escándalo, una perversión" (Papa Francisco). 

Solo Dios es sagrado y nos confunden quienes ponen muros a su búsqueda.


Digámoslo claramente, nuestra fe católica se basa en el autoritarismo, la amenaza y el automatismo ritual, no en la racionalidad y coherencia -dones divinos- de la LUZ de Jesús. 

Por eso a tantos profetas los fueron expulsando acusados de herejía, porque se atrevieron a pensar, a discrepar y a buscar. 

A los que empuñaron la "espada del destierro" los canonizaron. Lo mismo que sigue aconteciendo hoy. Algunas mentes lúcidas lo sintetizaron: "Lo que es razonable es la voluntad de Dios" (San Francisco de Sales). 

 Ya es hora de adherirse al "Camino de Humanización" que nos enseñó Jesús. "Hay que obedecer a Dios, antes que a los hombres". Y Dios siempre habla en el interior del silencio. 

No podemos seguir creyendo y menos celebrando una EXPIACIÓN idolátrica a un "dios canalla", triturando y despreciando la imagen del Abba que Jesús nos mostró. 

Jesús NO nos redimió de nada, ni consiguió ningún perdón, regalado gratuitamente desde la eternidad por el Amor Creador. 

Lo que hizo fue mostrarnos sus "valores humanos" con su ejemplo, con sus palabras, con su forma de orar y relacionarse con el Padre.

Esa "íntima relación vital" que hemos transformado en estacional turismo rentable, externo y material de una inexistente EXPIACIÓN. 

Hemos entronizado y coronado de oro al Barrendero, pero nos negamos a coger la escoba de la CONVERSIÓN para cambiar y limpiar el mundo.

¡Buen negocio para los hosteleros!

Se hablará mucho de turismo, arte y lleno total, no de CONVERSIÓN a la coherencia del Arrastrado. 

Se nos ha olvidado que a la PAZ, AMOR, BONDAD y ENTREGA, que el Señor vivió y enseñó, se le opusieron los contravalores de la VIOLENCIA, INJUSTICIA y DOMINACIÓN que privan al ser humano de PAZ, LIBERTAD y CONCIENCIA. 

Al final nos amó hasta el extremo y nos pidió que lo recordásemos partiendo y repartiendo, postrándose ante los pies de heridos caminantes, perdonando al traidor...

Pero entendimos que teníamos que hacer "magia institucional" y convertirla en el quicio de una Religión sin Jesús, sin su Abba, sin su Interioridad y su Camino, instaurando la idolatría perpetua de elementos materiales simbólicos. Nos quedamos con la cáscara material, la entronizamos, la incensamos, la adoramos como al "dios vivo y verdadero"... mientras tiramos el alimento. 

Se nos olvidó la única lección esencial y real: "la CONVERSIÓN en verdaderos seres humanos". Lección que le costó la vida y por la que se entregó voluntariamente. 

Si no cambiamos, si no somos coherentes, si seguimos sometidos a las "incoherencias erráticas de un Clero desnortado", si no nos convertimos... en esta Iglesia nuestra "no quedará piedra sobre piedra". 

El exhibicionismo y la cáscara del rito no suplen la conversión. "El verdadero problema de la Iglesia es seguir tirando, con una resignación y un tedio cada vez mayores, por los caminos habituales de una mediocridad espiritual" (Karl Rahner). 

Quedarán aquéllos, que individual o grupalmente, se sumerjan en el misticismo de Jesús y conserven racionalmente la fidelidad.




Si tú no resucitas, vana es la Resurrección de Jesús

  Las escandalosas incoherencias del "clericalismo católico" hunden la Iglesia   Este Domingo de Resurrección todo son felicita...