Traigo hoy a colación un ejemplo visual de la
irracionalidad y pertinacia con que se domina a los creyentes. Me preocupa mi Iglesia. Aunque, seguramente, ocurren cosas similares o
peores en otras religiones.
La raíz está en
la espuria dominancia tradicional de los líderes religiosos. Confunden la
fidelidad a Dios con la obediencia a ellos mismos. Esa irracional prepotencia
-por delegación divina, dicen- es la causa de que muchísimos rechacen al "Dios de la vida" y huyan del "yugo religioso".