Prohibido ayudar a morir a la raza humana
Cuando uno piensa y escribe contracorriente ya se siente miedo. Pero cuando te manifiestas contra "el sunami" de una embarrada tradición absolutizada y de una autoridad usurpada a Dios, entonces mi cobardía me hace callar ante las seguras pedradas del desprecio y el destierro.
No he tenido valor para enfrentarme antes al "problema de la muerte humana" que con tanta dureza, ausencia de racionalidad y falta de misericordia se viene tratando. Hoy no he podido reprimir el desgarro de mi corazón ante tanta "muerte horrible" y me he atrevido a escribir.