martes, 8 de noviembre de 2022

Diccionario de religión sin mitos - 5ª Parte

 REDENCION

Contra la más obscena e incoherente contradicción del Cristianismo

 

REDENCION: Es el "camino de maduración" del ser humano hasta conseguir la plenitud humana a la que todos estamos llamados desde el inmanente "dinamismo de crecimiento".

Esta definición es totalmente racional, humana y cristiana, por mucho que nos hayan enseñado otras definiciones teóricas totalmente incoherentes y falsas.

Somos muchos los católicos que discrepamos, con razón, de una "doctrina católica sin actualizar" que se nos inyecta desde pequeñitos. Y, lo que es peor, sin ningún viso de actualizarse. Los dirigentes católicos nos imponen "manu militari" su irracional película. Se prevalen de la ignorancia, irreflexión y desinterés de una mayoría domesticada por las rutinas. 

Nos han convertido en "adoradores de viejas farolas y postes indicadores carcomidos", de los instrumentos que apuntan o apuntaron al objetivo, pero no son el objetivo humano y divino al que estamos llamados.

Me refiero a lo que llaman las "fuentes de la teología": Escritura, Tradición y Magisterio (las farolas e indicadores), en las que fundamentan la definición tradicional y errada de REDENCIÓN. Todo estudio y disertación teológica ha de basarse y sujetarse a esas farolas. La LIBERTAD y la RACIONALIDAD (donde sopla el Espíritu) han de someterse a los instrumentos.

El resultado es una enorme "torre de Babel" que vienen construyendo los teólogos sometidos y en la que se forma a clérigos y religiosos profesionales. Si algún teólogo intenta "releer" y "avanzar" racionalmente fuera de esa torre, se le quita la cátedra y se le prohíbe enseñar o publicar.

 

Yo mantengo mi catolicismo porque es el "tronco del cristianismo". Pero me siento LIBRE para pensar y escribir sin someterme más que al "dinamismo del Espíritu" que sopla dentro, como quiere y cuando se le busca.

Desde ahí me atrevo a denunciar la "gran mentira" de la "expiación de Cristo" para conseguirnos el perdón y la apertura de los cielos. Lo llaman REDENCIÓN (puntual, instantánea e histórica) por la Cruz.

Una mínima coherencia nos haría VER que no se puede predicar el AMOR gratuito del Padre, llenar las iglesias de imágenes con corazones ardientes y luego mantener que fue la "voluntad divina" la que obligó a Jesús a "morir por nuestros pecados". Con ello se entroniza oficialmente un "dios sádico" y se manda amarle sobre todas las cosas. ¿Hay incoherencia mayor?

Escribí hace años: "Ni salvados, ni redimidos" y se armó la marimorena. Pero esa es la realidad coherente. Somos criaturas en crecimiento que tenemos una vida para buscar y conseguir esa "salvación y redención" personal por nosotros mismos, con la ayuda de quienes nos quieren (ahí deberían estar los evangelizadores) y guiados, sí, por la inmanente presencia del Espíritu.

Este pobre laico no es el único en oponer estas verdades racionales a la doctrina oficial. Ha habido y hay muchos teólogos que piensan lo mismo, se atrevan o no a manifestarlo. Aunque yo nunca los leí. Por casualidad me llegó esta cita:

<<La teología de la redención no procede de Jesús sino de Pablo. Sus raíces están en un rito arcaico. La salvación de toda la humanidad no puede depender de la muerte de Jesús, "pero nadie se atreve a hacer una interpretación valiente">> Willigis Jäger (1)


Esa "interpretación valiente" debiera venir de la cúpula dirigente. Porque los Curas sin graduación se juegan las habichuelas si no siguen la doctrina impuesta, aunque sea aberrante.

Un laico puede hablar con total libertad y racionalidad porque tiene los garbanzos asegurados y no arriesga más que su prestigio y credibilidad.

Ahora no hay riesgo de hoguera. Desde mi estatus es fácil repetir: "hay que hacer caso a Dios antes que a los hombres" (He 5,29). Los Curas lo tienen más difícil, me lo confiesan y les comprendo.

Los que yo llamo "gurús anillados y mitrados", (y con bastante ironía añado: según modelo usado por Jesús), se han hecho con el "poder" en nuestra Iglesia e interpretan aquello de "os haré pescadores de hombres" (Mt 4,19) como "os daré el poder de impulsar mitos y engaños para confundir a los hombres".

Ya sé que suena fuerte. Muchos no aguantarán esta claridad y seguirán sometidos por miedo. Otros muchos seguirán creyendo en los mitos encogiéndose de hombros. Esto de meditar y entender nuestra religión no va con ellos; "yo lo que me diga el cura", suelen contestar, mostrando su pasividad, irresponsabilidad y clericalismo. Pero ha llegado el momento de hablar claro sin complejos ni sometimientos.

Es insoportable oír en Misa: "Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia, y reconoce en ella la víctima por cuya inmolación quisiste devolvernos tu amistad". Y poco más tarde: "Te pedimos Padre que está víctima de reconciliación" (Plegaria eucarística III).

Esto es -digámoslo claramente- una loa al ancestral "dios sádico" del que no nos han sabido apartar los "abrazafarolas".

¿De verdad el Abba puede poner y quitar amistades, enfadarse y reconciliarse, a través de una víctima impuesta por Él y que además es su Hijo? ¡¡Necios!!

Todas estas aberraciones se esconden tras la niebla del incienso, la rutina, la ignorancia, la superficialidad y distracción con que se asiste a Misa, generalmente para cumplir con el sometimiento impuesto.

Colabora mucho la "religión estética y superficial" que nos hemos montado, con sus oros, oropeles, colorines, artes, policromías, inmensas arquitecturas y músicas celestiales. Realmente bonito, muy apreciado por propios y curiosos turistas. Pero inútil si no nos induce a vivir la inhabitación del Creador en sus hijos y a inundarnos de su vida. 

Los apóstoles primeros, que eran judíos, no pudieron interpretar la muerte violenta e injusta de Cristo más que como expiación, según su primaria cultura religiosa. Suelo repetir: "Quien lee Escritura, Tradición y Magisterio sin discernir, es como el necio que quiere alimentarse mordiendo el lomo del ternero que pace en el prado"

Y discernir es distinguir una cosa de otra utilizando la razón. Hoy debo añadir: "Todo lo razonable es "palabra de Dios" auténtica". Todo lo demás es mito impuesto, cuando no idolatría pura y dura. Creo que algún santo expresó algo semejante.


La necedad irracional de la "torre de Babel" sigue imponiéndose en nuestra Iglesia. Y, al parecer, no hay forma de salirse de ese círculo vicioso. Nos siguen pintando un "dios sádico y terrible" y nos obligan a rezarlo (2).

Sigo atónito con la actitud de parálisis y engaño de nuestras jerarquías. Es absurdo que realidades (verdades), que ellos olvidan, tenga que recordarlas un laico ignorante, sin más medios que la "determinada determinación" de hacer "oración de impregnación" todos los días, siguiendo el consejo de Teresa de Jesús.

Rueda por ahí un chiste que satiriza la realidad: A los Obispos les imponen al consagrarles un "enorme apagavelas" sobre la cabeza. Es el símbolo del "apaga inteligencias" necesario para que no piensen y defiendan la uniformidad sin cuestionarse nada. No pueden soltar el "pegajoso gorro" para poder repetir y repetir sin rubor y sin razón.

¡Que Dios les pille confesados! Es un decir... 

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(1) Willigis Jäger (1925 - 2020) Monje benedictino alemán, uno de los más grandes maestros espirituales de nuestra época, que representaba la convergencia de las tradiciones espirituales de Oriente y la mística de Occidente. 

(2) Para mejor comprensión puedes pedir gratis "Monografía de la Redención" a jairoagua@gmail.com y "Monografía de la Biblia". En ambas hago exposición racional y detallada de este tema.





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