Mi corazón quise dar
y mi sombrero volqué,
rodando lo que guardé
en tantos años de amar:
Estrellas con estrellitas
estallando en blanco brillo
y un tierno amor muy sencillo
brotando de mis manitas.
Mi corazón quise dar
y mi sombrero volqué,
rodando lo que guardé
en tantos años de amar:
Estrellas con estrellitas
estallando en blanco brillo
y un tierno amor muy sencillo
brotando de mis manitas.
Ni callado, ni ausente. Creador de delegados inteligentes y libres.
Vengo manteniendo que SÍ, que se puede ver a Dios en dos planos diferentes y yuxtapuestos:
- En
el interior cristalino de uno mismo y de otros cuando dejan ver su intimidad más íntima.
- En la naturaleza exterior.
Ya afirmaba San Agustín: "Deus cui hoc est natura quod fecerit: Dios es como la naturaleza que ha hecho".
"Por los frutos los conoceréis". No lo olvides. Poco que comentar a la parábola de la higuera que ocupa sitio y no da fruto. ¡E...