miércoles, 1 de abril de 2020

Vivir y morir sin ídolos

Los virus asesinos de la religión auténtica


La "religión arcaica" en que todavía viven muchos solo es "opio del Pueblo", consentido o promocionado por "gurús religiosos" a los que interesan más los "seguidores" que las personas.

Por eso ceden o se insertan -por activa o pasiva- en la llamada "piedad popular" bajo la que palpitan supersticiones, sincretismos, ídolos, pasiones y sectarismos sin fin. En vez de enseñar, adormecen las conciencias y promocionan ignorancia y sumisión.

Es muy posible que lo hagan para ayudar con "buena intención" -solo faltaría-, sobre todo en épocas de penurias y peligros, en que la gente se agarra a cualquier sucedáneo para soportar el miedo.



Pero los "ídolos" no sirven más que para alentar fatuas "imaginaciones" y terminar defraudando o para agravar la situación. Bastaría repasar la historia de otras epidemias [1].

Y es que los fanatismos religiosos son irracionales y no pueden propiciar nada bueno. Las herramientas de la "racionalidad" y "libertad" que se nos han dado deben ser apoyadas por cualquier religión que se suponga humana.

Hoy vivimos una situación de peligro excepcional y escribo desde la consciencia de que ésta puede ser la última meditación que publique. Como católico debo reconocer que en mi propia Iglesia NO me están ayudando a interpretar los acontecimientos y menos a apoyarme en el Dios Padre-Madre que nos reveló Cristo.


Observo con tristeza que mi Iglesia está lejos del Evangelio porque está llenita de errores, esquemas, doctrinas, oraciones, rutinas y apariencias totalmente alejadas de Cristo. Las rutinas y enseñanzas de una "tradición de barro" nos lo ocultan como densa niebla.

"¿Dónde va Vicente? Donde va la gente". Este es el argumento más fuerte, incluso entre los curas. Solo que sustituyen "gente" por "santa Iglesia", que casi todos entienden como "jerarquía". Sin reparar que la Iglesia somos nosotros mismos, incluso este escritor y meditador "contra corriente".

Nuestros ascendientes judíos oprimieron al Pueblo con 613 preceptos. Nuestra jerarquía tradicional los han multiplicado "ad infinitum". Se han convertido ellos mismos en vicarios, delegados y representantes de un "dios leguleyo" que les apodera para dictar los miles de leyes que quieran.

Lo mismo te condenan por un irracional "pecado original" que no has cometido (y de paso corrompen el Bautismo), que te embrean con "pecados mortales" por no confesarte, no ir a misa, comer carne o acostarte con tu mujer con "seguridad"… Más un "et cétera" interminable.

Se han superado a sí mismos. No solo han "asaltado el poder" sino que han "asaltado los cielos" y someten al Pueblo en nombre de Dios. Lo de formar "conciencias" lo han sustituido por "fe en ellos mismos". Lo de "discernir y elegir" lo han sustituido por "obedecer". Lo de caminar hacia la "autonomía y libertad" humanas lo han trocado por "fidelidad al sometimiento"


Símbolo de nuestra Iglesia son unas "llaves atadas". Las llaves solo sirven para CERRAR. Sin embargo, el campo y la libertad NO tienen puertas. Tampoco el cielo. "La verdad os hará libres" (Jn 8,32). "Para que seamos libres nos liberó Cristo; con que manteneos firmes y no os dejéis atar de nuevo" (Gal 5,1). "No estáis bajo la ley sino bajo la gracia" (Rom 6,14).

La casta encumbrada de los "jerarcas" ha ido construyendo sus propios "argumentos endogámicos" (sus propias doctrinas, costumbres y libros, fabricados, autorizados e impuestos por ellos mismos). Mientras el Evangelio sigue repitiendo: "Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo (Mt 20,20). "Hermanos, vosotros habéis sido llamados a ser hombres libres" (Gal 5,13).

O la llamada al INTERIOR y no al EXTERIOR: "Quien tenga sed, que se acerque a mí; quien crea en mí, que beba. Como dice la escritura: De su entraña manarán ríos de agua viva" (Jn 7,38). "Si os dejáis llevar por el Espíritu, no estáis sometidos a la Ley" (Gal 5,18).

Como mi Iglesia no puede impedirme que yo quiera convertirme y evitar las piedras con que me cierra el camino para encontrar a Jesús, hoy me declaro ateo.

Me declaro ateo del iracundo "dios humanoide" que se irrita, planea males y castigos, pone zancadillas para probar a los hombres, que se venga si le ofendes, que por "pecados temporales" te castiga con "penas eternas", que lanza al mundo unos invisibles "diosecillos cornudos y perversos" para que te tienten y te induzcan al mal, etc… Ni los dioses del Olimpo eran tan prepotentes, injustos y pasionales.

"¡Hipócritas! Si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Por qué no juzgáis vosotros mismos lo que se debe hacer?" (Lc 12,54).

Me declaro ateo del "dios sádico" que hiere, castiga y mata. "El que nos despedazó, nos sanará; el que nos hirió, nos vendará… Por eso os herí, os condené con la palabra de mi boca…" (Os 6,1). (De la "consoladora" 1ª lectura de la misa de ayer).

Me declaro ateo del "dios intervencionista" al que hay que "arrancar" favores a golpe de escoplo y dolor, con machacona insistencia, para derribar su "corazón de granito". Ateo de ese "dios piñata" al que hay que aporrear con infinitas oraciones para ver si suelta algún confite. ¿No nos han creado "racionales"? ¿Cómo es posible creer que un "dios rácano" sea el "Verdadero" (Jn 7,28)?

Si no cura el cáncer o el sida, si no evitó el "holocausto de los judíos"Es más, si no impidió el cruel aplastamiento de su Hijo o el martirio de tanta gente buena… Es que NO puede hacerlo.

Porque este mundo es nuestro territorio y nuestra competencia. La parcela del "espacio y tiempo" es nuestra, nos la regaló para que la administráramos y domináramos con inteligencia, energía y libertad. No puede desdecirse, no puede quitarnos la autonomía que nos concedió.

¿Cuántas oraciones repites para que salga el sol? ¿O para que se mueva tu corazón, o para que germinen las semillas, llegue la primavera o engendres un hijo? Todo, absolutamente todo en la Creación, está ordenado ya para nuestro bien, para nuestra salud, para nuestra felicidad.

Somos nosotros los que administramos con engaño o nos dejamos engañar. Somos nosotros los que sembramos el mal y nos autodestruimos desde nuestra "limitación" y nuestra "libertad". Hasta los virus se combaten desde la leyes de la naturaleza, se llaman "anticuerpos"… Mas es posible que hayas dejado a tu cuerpo indefenso por tus malos hábitos o estés tomando decisiones "libres" que te están matando… (Pon tú los ejemplos).


Por eso me declaro contrario a los prepotentes "guías ciegos" (Mt 15,14) que imponen o consienten esos "dioses falsos".

Ésos no son de Cristo. Y ellos mismos lo atestiguan al erigirse en "dioses" con poder para "someter" a los creyentes. La fe que exigen NO es "adhesión a Jesús de Nazaret", sino una "fe humana" en ellos mismos, sus doctrinas, sus decretos, rutinas, manipulaciones y oscuridades.

"Pero vosotros no os dejéis llamar maestro, porque uno es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos. A nadie en la tierra llaméis padre, porque uno solo es vuestro Padre, el celestial. Ni os dejéis llamar preceptores, porque uno solo es vuestro preceptor: el Mesías. El más grande de vosotros que sea vuestro servidor" (Mt 23,8).

"Porque yo os digo que si vuestra justicia no supera la de los maestros de la ley y la de los fariseos, no entraréis en el reino de Dios" (Mt 5, 20)

Me declaro opuesto a quienes se creen "más misericordiosos que el Abba de Jesús" e insisten en "convencerle" de que tenga misericordia, que sane, que cure, que enderece, que resuelva lo que nosotros hemos estropeado. Se olvidaron que nos entregó el gobierno del mundo. "Creced, multiplicaos y gobernad la tierra" (Gn 1,28). ¿Marchó el padre del "pródigo" a socorrer su hambre? ¡NO! Esperó la "decisión del hijo" de volver y entonces salió corriendo al encuentro. Respetó la "libertad" del hijo al dejarle marchar y al esperar su vuelta.

Me declaro opuesto a los que insultan la Misericordia Infinita para hacer negocio con los difuntos. Según ellos necesitan oraciones y dineros para ser acogidos al otro lado de la frontera del tiempo. Mi fe y mi coherencia me dicen que el Padre no esperará ni un segundo en salir al encuentro de los que vuelven a sus brazos. No necesita que nadie le presione, que nadie pida el perdón que mana de su corazón, que nadie aporte méritos y expiaciones. ¿Cómo nos han hecho olvidar que Dios es Amor Gratuito que no necesita argumentos ni exequias para amar?

¿No es más cristiano socorrer y consolar a los que quedaron a este lado? ¿Por qué se empeñan en mantener la "tradición" absurda de rezar por los difuntos? Lo nuestro es abrazar a los vivos, agradecer con ellos y dejarnos iluminar por el ejemplo de los que se fueron. La oración más apropiada ante un difunto es el "Te Deum" para agradecer su vida y consolar a quienes asaltó la tristeza con la seguridad de un Dios Amor Infinito.

Este es nuestro territorio, aquí están nuestras competencias. Más allá todo es Misericordia. "¡Ay de vosotros maestros de la ley que os habéis guardado la llave del saber! Vosotros no habéis entrado y a los que estaban entrando les habéis cerrado el paso" (Lc 11,52).


Dios no puede protegerte ni curarte de ninguna enfermedad ni epidemia. Mucho menos los santos, vírgenes, tallas, esculturas, estampas, cadenas, indulgencias o lugares milagrosos. Tendrás que ser tú quien haga lo necesario para protegerte con los "medios y personas" a tu alcance.

A estas alturas NO puedes creer en un "dios miserable". ¿Tú crees que si Dios pudiera INTERVENIR en este mundo habría esperado a tus oraciones para CURAR al primer enfermo? ¡De ninguna manera!

Él ya lo hizo "todo bien", como se lee en el Génesis, y su CREACIÓN ya funciona a nuestro favor. Somos nosotros los que tenemos que ADMINISTRAR lo que se nos ha entregado y ARREGLAR lo que hayamos estropeado.

NO pidas milagros, piensa en lo que tú puedes aportar para tu bien y el de los próximos. NO te fabriques ídolos (eso es una desviación grave), piensa, discierne y actúa con tus herramientas: inteligencia, voluntad y libertad.

Ahí, en el fondo de tu persona, siempre estará Dios dándote LUZ, ENERGÍA y CAPACIDAD para ELEGIR el BIEN propio y de los otros.

Este "sunami mundial" nos está demostrando que no son imprescindibles las iglesias, los sacramentos, las mitras y demás aperos eclesiásticos para realzar su autoridad. Lo único esencial es el AMOR y la INTELIGENCIA con que te hicieron humano.

Nos vendrá muy bien este tiempo de meditación y extrema fragilidad donde estarás solo frente al Dios verdadero. No te dará la pastilla, ni lavará tus manos, pero te seguirá abrazando y amando para que tú venzas el mal de este mundo (el único que existe).

¡Ojalá este tiempo derribe la "torre de Babel" que nos han levantado bajo el nombre de "religión"! ¡Ojalá termine con tanta imposición autoritaria, tanta superstición y tanta idolatría! ¡Ojalá descubras, por fin, el "agua viva" que brota en el fondo de tu corazón! ¡Ojalá intuyas al Dios Creador que se entrega permanentemente, al que se busca y adora "en espíritu y verdad"! ¡Ojalá acertemos a dejar de ser "borregos" para hacernos "humanos" y descubrir la "conciencia"!

La única religión esencial que nace en el hondón humano es la "religión etimológica", es decir, el "religare" = volver a unir la criatura con su Creador y Padre. ¡Con cuánta mentira y desviación nos han contaminado desde pequeños!

Te invito a descubrir el "Dios de la bicicleta" que NO puede llevarte el manillar, ni dar pedales por ti, pero te ha proporcionado una piernas llenas de energía y una cabeza capaz de mantener el equilibrio y la dirección.


Si esta fuese mi última comunicación, recuerda: NO reces por mí, NO pretendas influir en la divina Misericordia con misas y menos con dinero, no tienes ningún "poder" tras la frontera de la vida. Eso es superstición pura y dura.

¿O te sientes "más misericordioso" que la Misericordia infinita?. Simplemente aprovecha las LUCES de lo que te he ido escribiendo, si te hacen BIEN, y sumérgete en el "Dios Torrente" que tanto me he esforzado en trasmitirte. Ahí nos encontraremos.


No creas a los "sabios y entendidos" que afirman, todavía hoy, que el Padre envió a su Hijo a expiar con su sangre la deuda de nuestros pecados. El Abba de Jesús, en quien creo, nos tiene perdonados desde la eternidad. No tiene anotada ninguna deuda, nos ama gratuitamente y quiere que seamos felices administrando inteligentemente todo lo que nos ha dado personal y grupalmente.

Acércate al "Dios del abrazo", el "Verdadero" (Jn 7,28), el que no te hará "los deberes", pero te estará dando vida, amor y luz desde dentro para que resuelvas tus problemas de este mundo. El que te estará esperando, cuando termines tu misión, con toda su Misericordia desplegada. ¿Tan difícil es reconocer al Abba de Jesús?

La oración que me brota hoy: ¡Gracias Padre por todos tus dones! ¡Gracias por tanta gente buena que se está jugando la vida por ayudarnos a sobrevivir en el cuerpo y en el espíritu!

"Os he dicho estas cosas estando con vosotros; pero el defensor, el Espíritu Santo, el que el Padre enviará en mi nombre, Él os lo enseñará todo y os recordará todo lo que os he dicho" (Jn 14,25)

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[1] Con la "peste negra" (1347 y siguientes), por ejemplo, los fanáticos "flagelantes", que intentaban calmar el "castigo de dios", fueron propagadores de la enfermedad al alimentar a las ratas con su propia sangre. O los hacinamientos en las iglesias para suplicar perdón o "curar" a los enfermos, que también fue causa de innumerables contagios. O la persecución de supuestos "chivos expiatorios", causantes de la enfermedad, como los judíos.

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8 comentarios:

Antonio Llaguno dijo...

Me dejas preocupado.
¿Te has contagiado?

vallas74 dijo...

Coincido contigo, Hermanito! Va mi deseo de que acertemos a poner nuestro empeño en cuidarnos como Humanidad y rescatemos con intención de hacerlos permanentes, esos destellos de solidaridad y servicio que la Pandemia ha motivado...

regue dijo...

Ante todo me brota el agradecimiento por ser, desde tu experiencia, un guía para recordar todas estas cosas y encontrarnos de verdad con el Dios que nos habita.
En segundo lugar recuerdo la anécdota que me contaba un compañero, recientemente fallecido (ya con 90 y muchos) sobre su tío también sacerdote que le dejó dicho: celebrar solo la misa de funeral para dar gracias a Dios que me lleva con El, y no me hacen falta más misas porque ya estaré con Él, y el dinero que fuerais a destinar a estipendios dadselo a los pobres. Y yo no conocí a este hombre de ideas tan preclaras. (Lo digo porque no es de mi época)
Y suscribo tb lo que dices; que este virus nos está demostrando que no son imprescindibles las iglesias y demás ornamentos y estampas (si esos santos vivieran las romperían todas). Pero me temo por todo lo que estoy viendo en las redes e internet que todavía no vamos a aprender después de la pandemia, que todavía muchos se seguirán agarrando a esas supersticiones etc..Un abrazo hermano.Cuídate que todavía tienes que dar más aldabonazos.

Isabel dijo...

Dios hizo todo bien y SI puede seguir haciendo todo por nosotros. ¿ Te parece poco esa luz y fuerza que tu mismo indicas?. " Si vosotros, siendo malos, dais cosas buenas a viestros hijos ¿ Como no va a dar Dios su Espiritu a quien se lo pide?. Sirve de mucho la oracion, sirve para abrirnos, para dejarnos inundar por el Dios torrente, por el Dios inmensa Misericordia gratuita, inmenso

Antonio Manuel dijo...

Siento un gran desasosiego por tus palabras de despedida. Me pides que no rece, y no te haré caso. Jesús me enseño una oración y la diré en mi corazón recordando a tu persona.
Nunca he dado dinero a la Iglesia para comprar el "favor de Dios". Solo pensarlo me parece la mayor ofensa al Espíritu Santo. Pero la Iglesia tiene sus necesidades y a muchos necesitados que acuden a ella, baste ver, donde yo vivo, el acogimiento y dedicación con una puerta siempre abierta.
Yo nunca me he sentido ofendido por nada que me hayas dicho, aunque seguramente yo si te haya ofendido.
Yo creo en Jesús y en su Iglesia. Se que padece muchos males, el primero el de su división... pero es la obra que Jesús nos encomendó, y llegaremos a hacerla mejor en la confianza de que Él estará con nosotros hasta el fin de los tiempos.

Antonio Llaguno dijo...

hoy proliferan los "católicos" que recomiendan el uso de "detentes" y "estampitas" para protegernos, que el papa consagre al mundo al inmaculado corazón de María o al sagrado corazón de Jesús (aunque en este caso deberían ser a los pulmones ¿No?) y que los curas hagan rogaticvas y saquen a pasear el santísimo (y de paso den tres o cuatro pases mágicos).
Es patético.
¿Cuando empezaremos a tener una fe adulta, sin cuentos para niños?(aunque conozco a más de un niño a quien no se la dan con esas cosas)
Dios no puede hacer nada.
Dios ya lo hizo todo.
Corresponde a nosotros el hacer.
Dios, lo único que puede hacer y de seguro lo hará, es acogernos amorosamente cuando nos toque.
Solo puede haber una oraciñon: la accion de gracias.

Jose Antonio Tolosa dijo...

Gracias al Padre por tu vida, gracias por que me animas a desconstruir ideas insanas y a buscar el discernir desde el espíritu de libertad. Gracias por que me siento acompañado en el caminar contra la corriente cómoda e infantilizadora.

Anónimo dijo...
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