domingo, 8 de marzo de 2020

Cordero de Dios (1ª Parte)

 "Que quitas el pecado del mundo"



Fue en el coloquio posterior a una charla sobre la Redención. En ella resumí lo que tantas veces he escrito:

- Que no se trata de un sacrificio expiatorio.

- Que no tiene nada que ver con el perdón. Y menos con "un precio" por el perdón.

- Que no fue un sangriento holocausto estático y puntual para abrirnos las puertas del cielo.

- Que fue y es un proceso de "iluminación" y "conversión" que continúa y continuará hasta que "Dios lo sea todo en todos" (1Cor 15,28) y al que estamos todos invitados, incluso los no creyentes.

El primero en preguntar fue un hombre joven:

Andrés: Permíteme el tuteo cercano y fraternal hermano Jairo. Me llamo Andrés y...

Jairo: No podría ser de otra manera querido Andrés, le corté. Esta es una reunión de amigos, hermanos, buscadores de las huellas del Señor. No cabe más que la cercanía, la fraternidad y la sinceridad. Y gracias por llamarme hermano. Eso es lo que intento ser para vosotros y para toda la humanidad aunque no ostente más título que el de "cristiano de a pie". Pregunta con toda libertad.

Andrés: Soy profesor de Religión en un colegio de religiosos. Lo que has expuesto me ha convencido. Lo explicas con mucha claridad, lo mismo que cuando escribes. Pero tengo un importante escollo.

El Bautista se refirió a Jesús como "el cordero de Dios que quita el pecado del mundo" (Jn 1,29). Eso está en el Evangelio y, por tanto, es palabra de Dios. Además la Iglesia lo ha incorporado a la liturgia desde hace siglos y lo repetimos en la Misa.

Esas palabras contradicen tus explicaciones y confirman que Cristo fue realmente "el cordero de Dios", la víctima propiciatoria "para quitar los pecados del mundo".

Jairo: Efectivamente, esa denominación está esculpida en nuestra liturgia y en nuestra mente desde siempre, como muchas otras citas bíblicas. Te haré una pregunta: ¿El Bautista era judío?

Andrés: ¡Es evidente que sí!

Jairo: ¡Pues ahí tienes la primera explicación! Tanto el primo Juan como el resto de protagonistas y escritores del NT eran judíos. No podían "arrancarse" su mentalidad judía. Hablan, interpretan y escriben desde esa mentalidad. No podían "mirar" la vida de Jesús más que con ese cristal de color judío. Para ellos existía una secuencia cierta. Fíjate en este cuadro que estoy proyectando:



Pecado - Expiación - Justificación - Perdón. Era imposible llegar al perdón directamente. Esas gafas no se las podían quitar.

En el NT, escrito por judíos, se mezclan las percepciones judías y cristianas. Su "mentalidad judía" hacía de freno. Recuerda las discusiones sobre la circuncisión, por ejemplo. O lo que le costó a Pedro aceptar el "mata y come" (He 10,13) o su claudicación por "respetos humanos" ante los judíos, etc.

La lectura de "la pasión y muerte" quizá sea el ejemplo cumbre de esa intromisión judía en el cristianismo. Esto es muy importante a la hora de interpretar el NT.

Andrés: ¿Me quieres decir, entonces, que esas palabras del "Agnus Dei" son falsas y hay que olvidarlas totalmente? ¿Quizás hasta retirarlas de la liturgia...?

Jairo: ¡No pasaría nada si así se hiciera! Son reliquias de nuestro origen judío. Lo que pasa es que los "literales" y "tradicionalistas" se sentirían desnudos sin sus viejas palabras. Pero fíjate que la "esencia de la religión" no son las palabras, sino la "unión" (religare) con Dios en lo íntimo de ti mismo.

No debemos sentirnos "atados" por lo que exageradamente llamamos "palabra de Dios". La Biblia está llena de mentirotas, de historietas falsas, de mitos y hasta de escandalosas aberraciones.

Muchas cosas allí escritas lo fueron para otros tiempos y para otras mentalidades. Es un "error pedagógico terrible" (del que tendrán que dar cuenta los guías) querer clavar la Biblia en nuestra mentalidad y cultura de hoy.

Me atrevo a decir más. Es una de las "causas de la huida" de mucha gente. ¿Tú no has oído esa frase tan manida: "en la iglesia no oyes más que bobadas"?

Mucho se debe a la insistencia en el AT y la falta de preparación de muchos curas para "interpretar" el NT. Al inundar a la gente de "agua sucia" (irracional y arcaica) nos tiran también al "niño" (lo luminoso) por el desagüe de la bañera. Lee mi "Monografía de la Biblia" y verás más argumentos, a pesar de que la escribí siendo bastante "conservador".

¿Y quién te ha dicho que es "palabra de Dios", quien te obliga a creerlo y repetirlo? Pues "hombres", como tú y como yo, que se han erigido en "intérpretes" del mismísimo Dios y dicen hablar por su boca. Pero Dios no tiene boca, se revela en el fondo del corazón. Por ahí hay que buscarle y por ahí deberían enseñarnos a buscarle. Recuerda esto que también está en la Biblia: "Pondré mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré" (Jer 31,33). Las "exageraciones infantiles" producen el efecto contrario al pretendido cuando la gente se hace adulta. Otra causa del abandono actual de la Iglesia…

La "esencia del cristiano" es la "adhesión a Cristo" y su revelación. Y ésta "interpretada" según las luces de hoy, porque el NT también está muy mediatizado por sus escritores, judíos todos. El Espíritu no ha permanecido congelado dos siglos, ni dos minutos.

Ese es uno de los mayores pecados que podemos cometer como individuos y como Iglesia: "Afirmar que ya tenemos bien sujeto al Espíritu Santo en una jaula de oro -que llamamos escritura o verdad- negándonos a pensar para encontrar nuevas luces".

Esa es la causa principal de que, en muchos temas, no hayamos superado las viejas visiones judías. La Redención es uno de esos temas, probablemente el más importante.

Caemos también en otro pecado: "Utilizar la Tradición -otra fuente- como ancla y no como velamen que nos permita captar los vientos del Espíritu y avanzar". Y para colmo incluimos en esa "tradición" viejas costumbres, rutinas y hasta errores evidentes, lo que llamo "tradición de barro".

Andrés: Eres terrible Jairo, pero muy luminoso. Se ve que eres un hombre libre que se atreve a pensar. Cuando yo digo: "Que quitas el pecado del mundo", pienso efectivamente en lo que tú rechazas. Que Cristo en la cruz se convirtió en expiación por nuestros pecados, nos redimió con su sangre derramada y fue la víctima propiciatoria que obtuvo el perdón borrando así el pecado del mundo.

Jairo: ¿Ves? Eso es interpretar con las gafas judías, las que te pusieron desde niño. Eso es lo que te enseñaron y tú has venido aceptando acríticamente porque te dijeron que la fe es "aceptar sin pensar".

El don principal que Dios nos ha dado es la inteligencia. Es pecado negarse a usarla y rechazar el don. No podemos ni debemos aferrarnos a gafas del pasado. Por eso yo hablo de "revelación progresiva" porque la vamos descubriendo a medida que buscamos sinceramente y navegamos por "los signos de los tiempos". Lo importante no son las palabras sino "el mensaje" que nos quieren transmitir.

La "revelación" puede estar cerrada con Cristo, como enseña la Iglesia, pero NO su alcance y comprensión. Lo dice el Evangelio: "Muchas cosas tengo que deciros todavía, pero ahora no estáis capacitados para entenderlas. Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará a la verdad completa. Pues no os hablará por su cuenta, sino que os dirá lo que ha oído y os anunciará las cosas venideras" (Jn 16,12).

El Espíritu Santo no se derramó solo en Pentecostés, se sigue derramando y se seguirá entregando a medida que progresemos y nos abramos a su soplo.

Andrés: ¿Entonces tú suprimes "que quitas el pecado del mundo"?

Jairo: De ninguna manera. Lo "interpreto" correctamente y lo rezo con toda devoción. ¿Cómo se quitan los pecados (los errores) del mundo? Pues por "iluminación", arrojando luz sobre nuestras conciencias para separar el bien del mal y no caer en el error. Nunca por la "expiación judía".


El pecado es un error con el que causamos daño (a nosotros mismos o a otros). Eso es lo que hay que evitar. A eso vino el Señor, a iluminarnos el Camino, la Verdad y la Vida.

No se trata de "conseguir" el perdón (pensamiento judío) sino de "evitar" el mal. El perdón lo tenemos preconcedido desde la eternidad, desde que Dios es Dios. Solo hay que abrirse a ese perdón, es decir, rectificar. Para eso hay que saber distinguir el camino que te aleja del que te acerca al Padre.

¿El amanecer quita las sombras de la noche? (Ya te veo asentir). Pues de la misma manera el Cordero quita los pecados (las sombras) del mundo. Nos redime, quita los pecados, por ILUMINACIÓN, no por EXPIACIÓN. Dios es Amor y es Gratuidad, no necesita expiaciones.

Andrés: ¿Pero entonces "el cordero", la víctima por excelencia de aquel tiempo tampoco es víctima para ti?

Jairo: ¿Has tenido un cordero en tus brazos, lo has acariciado, lo has mirado a los ojos? ¿Alguna vez te mordió un cordero?

Andrés: ¡Los corderos no muerden!

Jairo: Pues ahí tienes la respuesta. El cordero, que para los judíos era "ofrenda expiatoria" habitual, para nosotros es "el icono de la paz, de la mansedumbre, de la ternura, de la inocencia..." ¿Crees que esas cualidades pueden aplicarse a nuestro Jesús de Nazaret?

Andrés: Sin duda.


Jairo: Pues entonces podemos cantar a pleno pulmón: "Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, Tú tienes piedad de nosotros".

NO pido que tenga PIEDAD, lo afirmo rotundamente porque creo en la Misericordia Infinita. NO creo en el "dios tacañón" que nos imponen la liturgia y los "guías ciegos".

Fijaos en estos dibujos de Fano que estoy proyectando. Expresan lo mismo que yo. El Cordero es una "esponja para limpiar las manchas" (oscuridades) del mundo con el líquido limpiador del amor.

En esta otra lo dibuja como "proveedor de lana virgen para hacer una bufanda que caliente la frialdad de nuestro mundo".

Son magníficos estos dibujantes. En dos viñetas ha resumido todo lo que os dicho esta tarde. Esas son visiones cristianas del Cordero. "A vino nuevo, odres nuevos" (Mt 9,17).

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3 comentarios:

Antonio Manuel dijo...

En el fondo, este artículo, que incide en lo ya postulado por su autor, está poniendo el acento en una acusación velada sobre Jesús de Nazaret, en el que yo creo como Dios encarnado en nuestra condición. La acusación lleva dos direcciones: Primera: Jesús permitió, y no corrigió, a Juan el Bautista por decir lo que dijo; y segunda: Y si no lo dijo, permitió que los evangelistas la contasen así en su Evangelio.
El autor del artículo acepta el pasaje de una carta de San Pablo, 1Cor 15,28, pero rechaza la manifestación del Bautista, al que descalifica por causa de su creencia judía.
El que moldea el Evangelio según su opinión, rechaza la autoridad de Jesús como Dios encarnado, y por tanto se aparta del cristianismo milenario. Si tan claro es, entonces ¿por qué la Iglesia milenaria sigue "bebiendo" en la fuente primigenia del Evangelio de Jesús?. El Evangelio de Jesús dice lo que dice y si algunas cosas escapan a nuestro entendimiento es porque el ser humano no puede alcanzar una definición de Dios en toda su plenitud.

vallas74 dijo...

El Evangelio de hoy recuerda que "la piedra que rechazaron los constructores" vino a constituirse en "piedra fundamental"...
La piedra clave en una bóveda en la que está en el centro y, con su forma, determina la forma de todas las demás como para que puedan conformarla...
En nuestro caso, la piedra rechazada por los orientadores del Pueblo, fue Jesús, que, con su forma de vivir la vida, determina nuestra forma de modo que podamos conformar una Humanidad sustentable...
El aceptar a Jesús como modelo, quita el pecado del mundo...sin duda!
Y, respecto de la Palabra de Dios, podríamos charlar un rato...

Antonio Llaguno dijo...

Antonio Manuel, Jesús ante el Bautista no se acreca como Mesias sino en humilde actitud a bautizarse.
Y esa es la actitud que el Bautista señala.
Por otra parte ¿Como hubiera podido Cristo impedir que los evangelistas escribieran lo que quisieran?
Hubo un "Evangelio", hoy considerado apócrifo, el de Tomás donde se dice que Jesús de niño hacía pajaritos con barro, soplaba y adquirían vida.
La lectura que hace Jairo de la Redención es perfectamente compatible, no solo con lo poquito que sabemos de verdad de la vida y predicación de Cristo sino que es totalmente ortodoxa.
Él no se definió nunca como Mesías sino como camino, verdad y vida.
Y sus referencias a Isaías y al "cordero, victima de expiación" es evidente que son propias de hacerse entender a quien le está escuchando.
Estoy sefguro que si miras lo escrito por Jairo con lupa podrás encontrar "errores teológicos" (muchos menos que en una interpretación literal tradiconal, pero seguro que los hay)
¿Y que?
La teología es una ciencia inventada por los hombres y no olvides que algunos grandes doctores de la Iglesia, sabían del mundo menos que mi sobrino de 11 años. (esto es un hecho, no admite especulaciónes)
Lo que ha escrito Jairo viene del corazón y de su experiencia de Dios.
Viene de la reflexión honrada de un hombre sabio que trata de acercarse a Él.
Y aunque fuera solo por eso, merecen reflexión.

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