"Por los frutos los conoceréis". No lo olvides.
Poco que comentar a la parábola de la higuera que ocupa sitio y no da fruto. ¡Este Jesús es tremendamente gráfico! Se le entiende perfectamente. Pura coherencia.
Una gran mayoría de los millones de católicos del mundo son cultivadores de "preciosas higueras", con muchas hojas, pero sin frutos de auténtica religiosidad. A cultivar hojas les enseñan sus Curas entorchados o sin graduación.
¡Masivo espectáculo de ritos, rutinas, oraciones incoherentes, errores doctrinales, templos suntuosos y coronados ídolos vestidos de seda y oro! Nada que llevarse a la boca o al corazón...
Y lo peor: Ninguna intención ni esfuerzo en conseguir la CONVERSIÓN, cavar los siglos y abonar las raíces. Siempre se hizo así, es nuestro deber conservarlo y blindarlo con cabezas de granito. ¡Con la Iglesia hemos topado Sancho!
¡Qué vergüenza deberíamos sentir!
En realidad están insultando a Dios, llamándole despistado, inmisericorde, sordo y ciego, por no ocuparse de su hijo Francisco.
Los supuestos creyentes SÍ nos ocupamos, somos más misericordiosos, hacemos jornadas de ayuno y oración para "convencer a Dios" de que haga lo que no hace por su propia iniciativa.
¡Qué buenos somos empujando a Dios para que sea bueno!
La tradición solemne de las hojas aparentes es lo que se practica masivamente, sin que ningún catequista de estrado o de suelo instruya a los fieles de que no es así cómo se trata a Dios, insultándole y acusándole de no hacer nada.
Nadie les dice que Dios ya lo tiene todo hecho y bien hecho y que lo que falte por hacer está en las manos humanas de los médicos.
Si quieres hacer algo por el Papa, cántale, agradécele su ejemplo, acompáñale desde donde estés, da gloria a Dios CON él... Pero no insultes al Padre llamándole "tacañón e insensible". Muchas hojas, como de costumbre, y ningún fruto real. Pero todos contentos…
¿Hay algo más absurdo que pretender enseñar a Dios a ser bueno?
El Padre en que yo creo tiene a Francisco en su regazo, le mece en sus brazos sin que yo mueva un dedo. Incluso aunque no le tenga simpatía alguna y me importe un bledo su vida o su muerte.
Y si le reconozco como el líder de mi Iglesia, le acompaño desde mi interior e intento imitar su Paz, su Bondad y su Amor, sin dar "lecciones al Padre" de lo que puede o debe hacer.
La Bondad del Abba se difunde por sí misma ("bonum est diffusivum sui") no necesita que le empujes.
¿O te crees más bueno que la Bondad infinita?
¿Tenemos ojos y oídos para VER y OÍR como aconsejaba Jesús?
¿Para qué te han dado inteligencia?
Ni los pájaros del cielo comen hojas…
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