¿Por qué nuestra Iglesia prefiere la esquizofrenia?
Escuché estos días a un Cardenal decir: "Le he pedido a la Inmaculada que nos traiga la Paz". ¡Pues espere sentado Eminencia! Como ese sea el remedio que la Iglesia nos propone vamos apañados.
Porque ni la Virgen tiene ningún poder, ni Dios puede intervenir en nuestro mundo más que a través nuestro. Así lo estableció el Creador desde el inicio: "creced, multiplicaos y gobernad la tierra" (Gen 1,28).
La fábula de que la ENCARNACIÓN fue para tener un cuerpo que ofrecer como "víctima por nuestros pecados" y conseguirnos la salvación, es una errada interpretación judía. Nos han hecho tragar, con anzuelo y todo, la "obsesión judía por los pecados" y la necesidad imperiosa de "expiación" para ser perdonados.
¡Somos católicos no cristianos! Seguimos atrapados en la "ideología judía" con desprecio irracional de la revelación de Jesús. Eso es parte de nuestra esquizofrenia.
¿Para qué vino el Señor? Se preguntó San
Anselmo en su libro "Cur Deus homo". Con la fatal
conclusión citada: "para salvarnos, expiando con su sangre nuestros
pecados". Repitió la interpretación de Pablo y los Primeros que, como judíos, no
podían verlo sino con el formateo mental de su cultura.
Basta leer con atención el Evangelio (sin los aditamentos judíos) para darse cuenta que "Dios nos tiene perdonados desde la eternidad". La "expiación judía" es un concepto de una religión primitiva, con incrustaciones políticas, que entroniza un "dios justiciero" para infundir temor y conseguir obediencia.
La ESQUIZOFRENIA de la "salvación
ya conseguida", como se interpreta en la doctrina y se repite en la Liturgia, se
contradice con las EVIDENCIAS de cada día.
¿Dónde está la salvación y la redención? Tenemos un mundo llenito de maldades, violencias y todo tipo de degradaciones. ¿No será que somos nosotros quienes tenemos que conseguirla, en la evolución de este mundo, aplicando la LUZ que el Niño de Belén nos dejó por herencia? Quizás así consigamos la REDENCIÓN de este mundo maltrecho y decadente, en el que avanzan las máquinas y los seres humanos se deshumanizan.
Pues nuestros jerarcas empeñados en que hay que tener FE en sus interpretaciones esquizofrénicas, sin mirar la realidad. Ya lo resolverá el Altísimo con nuestra insistencia en el "poder de la oración" que le movilizará y nos concederá su auxilio.
¿Pero no quedamos en que el Creador, por definición, es INMUTABLE y ETERNO?
¿Cómo nos empeñamos en que remiende todos nuestros desaguisados en un mundo que él mismo ha encomendado a nuestra AUTONOMÍA y LIBERTAD?
Toda la Piedad, Liturgia y Oraciones nos las han construido para "tirar de las cuerdas" a la Gran Marioneta que nuestra imaginación ha inventado, como las hadas y nomos de los niños.
La gran mayoría de católicos, con sus jerarcas al frente, se empeñan en que Dios intervenga en un mundo donde es EVIDENTE que no puede intervenir directamente.
Si pudiera intervenir, sería "un monstruo", que permite todas las barbaries que nos acosan y no las pone coto. O interviene selectivamente a favor de unos y abandona a otros.
¿Te han enseñado a rezar desde tu autonomía, a actuar desde tus responsabilidades, a decidir desde tu conciencia profunda? Seguramente solo te han enseñado a "pedir" que te lo resuelvan todo desde lo Alto.
Pero las soluciones están en tus decisiones, iluminadas por la racionalidad (don esencial del Creador) y por la LUZ que nos trajo Jesús. Todo no lo podrás resolver, solo puedes hacer tu parte.
Ni sacrificios, ni peticiones, ni intercesores, ni milagros… Solo sembrando en tu ámbito (tu mundo) CAUSAS buenas obtendrás CONSECUENCIAS buenas.
Jesús nos enseñó que "dentro de ti" está toda la LUZ y la FUERZA, con que el mismísimo Creador te dotó, a la que puedes acudir, cultivar y aflorar siempre. ¿Recuerdas que Jesús insistió en el "reino de Dios"? Pues ahí, en ese "reino interior" está la salvación y redención que necesita el mundo y que se extenderá a medida que vayamos viviendo hacia fuera lo que ya llevamos dentro.
El Niño de Belén NO vino para conseguir ningún perdón, sino para darnos LUZ (camino, verdad y vida) que pudiera transformar el mundo en auténticamente humano. Esa es la SALVACIÓN que nos trajo.
Para mí hay la Encarnación tiene
un ANVERSO y un REVERSO que no nos han destacado.
ANVERSO: El Señor vino
a mostrarnos quién es y cómo es Dios.
Solo asimilando -fíjate que
no digo creyendo- quién es y cómo es Dios el ser racional puede aceptarle y
amarle. Si no, se instalará en la negación, la duda, el temor, la superstición
o el mito. A veces todo revuelto.
Lo dice Juan en el prólogo de su evangelio: "Existía la Luz verdadera, que con su venida a este mundo ilumina a todo hombre. Estaba en el mundo; el mundo fue hecho por él, y el mundo no lo conoció. Vino a los suyos, y los suyos no lo recibieron… A Dios nadie lo ha visto jamás; el Hijo único, que está en el Padre, nos lo ha dado a conocer" (Jn 1, 9 y 18).
Bastaría leer la "parábola del hijo pródigo" (Lc 15,11), el relato de la "oveja perdida" (Lc 15,1) o la "enseñanza sobre el perdón" (Mt 18,21 y más) para tener el rostro del Abba bastante dibujado.
Todo lo demás, todas las
enseñanzas morales y todos los auxilios (a pobres y ricos) se derivan de esa
identificación del Padre. Lo sintetizó Jesús
expresamente: "Sed perfectos
como vuestro Padre celestial es perfecto" (Mt 5,48).
Supongo que nadie pensará que Jesús estaba "majareta" y no sabía que eso es imposible. Lo que seguramente nos quiso decir es que
la criatura humana, cúspide de la creación, está hecha "a imagen y semejanza". Por tanto, su "realización humana" consiste en conservar y madurar ese parecido.
Quizás podría haber añadido:
Dios es Inteligencia
Suprema: Atrévete a pensar, razonar, meditar, buscar, ser coherente… (coincida o no
con la "dictadura clerical").
Dios es Amor Infinito: Ama, siente,
entrégate, besa, abraza, ayuda, perdona, atrévete a mostrar tu esencia, porque
el ser humano es una criatura amorosa y sociable por naturaleza.
Dios es Libertad: Ejerce tu
libertad, vuela fuera de la jaula de tu carne, no te arrastres ante nadie,
vence el peso de tu "entorno material" y de tu "entorno
humano", supérate, crece, avanza, realiza tu vocación, no te dejes esclavizar por
nada ni por nadie, ni siquiera por ti mismo.
Dios es Energía: Demuestra el
parecido con tu Padre, lucha, progresa, no te asustes ante las caídas, tú
puedes, tú vales, tienes un volcán dentro de ti, duermes sobre un yacimiento de
tesoros personales, no te dejes vencer por los acontecimientos, sigue. "Porque
Dios no nos ha dado un espíritu cobarde, sino un espíritu de ENERGÍA, AMOR, y
buen JUICIO" (Tim 2,7).
REVERSO: El Señor vino
a mostrarnos quién es y cómo debe ser el hombre.
Cuánto puede elevarse y
cuánto degradarse. Cuánta crueldad puede acumular. Y cuánta capacidad de
aguante, paz y aceptación puede oponer al dolor injusto que no tiene la última
palabra.
Y nos advierte de cuán
equivocada puede estar la "autarquía religiosa" que domina en
vez de servir, que manipula al Pueblo, que suplanta la voz de Dios y se cree su
único y legítimo intérprete, que se niega sistemáticamente a abrirse a lo "nuevo" y progresar.
Atrévete a mirar las EVIDENCIAS. ¿Hoy mismo, nuestros "guías religiosos" ILUMINAN y MOTIVAN para que seamos más "autónomos y libres"?
¿O solo dominan, aparentan, enredan y nos
confunden con innumerables errores doctrinales, con esquizofrenias de tiempos
remotos?
Todo lo que nos cuentan, por
ejemplo, sobre expiación, pagos a la divinidad, un "dios que
nos amó tanto que entregó a su hijo", redención automática,
perdón por la cruz, sacrificios salvadores… son MENTIROTAS derivadas del
judaísmo (el mismo que crucificó e intento apagar la Luz).
Cuando en esta Navidad te
acerques al Portal, medita por favor.
Piensa si lo que ves allí es la "Luz de los hombres" o "carne tierna para el patíbulo", previsto por un "dios sádico" que necesitaba su sangre inocente para perdonarnos.
Y saca las conclusiones de lo que es para ti la Encarnación:
- ¿LUZ sobre
quién es y cómo es Dios y su criatura?
- ¿O "carne
trémula" para el matadero, ofertorio de una víctima propiciatoria para pagar
a un "dios cruel y justiciero"?
¡Tú mismo!
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