Reconozcamos nuestros pecados y rechacemos los ídolos
Difundir la imagen de un "dios terror" es hacer terrorismo religioso. Citar ese "dios terror" en la liturgia (ceremonia de culto) es practicar "terrorismo litúrgico".
Por desgracia nuestra Iglesia oficial (los que mandan en vez de servir) sigue haciendo terrorismo, aunque ahora ya no maten a nadie físicamente.